Material de lectoescritura

MATERIAL DE LECTOESCRITURA

 

En la antigua escuela el currículo fundamental se reducía a aprender a leer, escribir y contar. La enseñanza contemplaba, la mayor parte de las veces, solo rudimentos de lectura, escritura y cálculo. La pizarra y el pizarrín eran los medios para la práctica primera de rayas, palotes, letras y palabras. Solo cuando adquirían un grado de habilidad creciente se les pasaba al papel y a la pluma. Los tinteros, a su vez, son un elemento esencial de las mesas. En los primeros momentos de la escuela, el tintero solía ser un cornete de plomo o cuerno en forma de pera, con tapa de rosca o de cristal. A medida que avanza el siglo XIX se harán de plomo, de cristal, de porcelana, con variantes diversas. El maestro -con una botella- irá rellenando con tinta violeta los tinteros de las mesas. A partir de los años cincuenta, con la incipiente pulsión desarrollista, en España se extiende y sustituye el uso de la pluma por el bolígrafo, los lápices de colores variados frente al clásico rojo y azul, aparecen los cuadernos con portadas de motivos deportivos o de cartón duro con espirales y las pinturas de cera, acuarelas o rotuladores. La historia de la escuela, a través de los útiles de la escritura, se encuentran reflejados ampliamente en el CeMuPe.

 

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