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La presencia de este panel a la entrada del museo identifica, por un lado, al propio CeMuPe con la ciudad de Zamora y, por otro, es una declaración de intenciones de la importancia que el CeMuPe concede a la figura del maestro.
En pocos lugares de la geografía nacional nos encontramos un espacio público destinado a homenajear al magisterio, la profesión de maestro. La ciudad de Zamora es uno de esos pocos lugares que tienen una plaza en el centro de la urbe dedicada al maestro con una estatua colocada encima de un pedestal por donde fluye continuamente agua, el agua de la sabiduría. La estatua representa a un maestro mirando a un niño, con una mano extendida mostrándole el camino de la vida. El niño permanece atento a las observaciones de su maestro y tiene un cuaderno abierto entre las manos donde aparece el destinatario de la figura: que es el Magisterio, al que se le considera “héroe anónimo”. José Galera Moreno, inspector de enseñanza primaria, mandó levantar en bronce el Monumento al Maestro, que fue realizado por Hipólito Pérez Calvo en 1972.